movimiento libre y acompañamiento emocional

Curso

Movimiento libre y acompañamiento emocional, más allá de Emmi Pikler

Hendrik Vaneeckhaute

www.emo.bio

Respetar el movimiento libre es importante para el desarrollo sano de las criaturas. Las aportaciones de Emmi Pikler forman una parte esencial a tomar en cuenta en la crianza y educación. La autonomía en la adquisición de las diferentes posturas (volteo, gateo, sentarse, ponerse de pie, caminar) aportan autoconfianza y capacidad de asumir la frustración. Todo eso sustentado por un vínculo profundo con el adulto cuidador.

Para favorecer el desarrollo sano, las necesidades básicas necesitan ser satisfechas de forma placentera. Las principales necesidades, además de las de alimentación, seguridad física y los cuidados más fisiológicos (higiene), son:

  • necesidad de afectividad que se regula a través del adulto cuidador en la interacción tónica: el tono de la mirada, de la voz y del tacto (estímulo cutáneo);

  • necesidad de seguridad emocional: tener un adulto de confianza disponible, sentir la contención emocional y física del adulto;

  • necesidad de entender el entorno: poder explorar libremente, tocar, probar, etc.;

  • necesidad de comunicación: vivir una interacción con sentido proporcionado por el adulto que ayuda a estructurar las vivencias y las emociones;

  • necesidad de desarrollo motriz: el movimiento libre proporciona las experiencias placenteras necesarias para un desarrollo motriz en equilibrio, que a su vez es fundamental para el desarrollo cognitivo;

  • necesidad de ser reconocido: tener autonomía, poder decidir, poder defenderse y sentirse defendido.

El juego y el movimiento libre son las formas en las cuales la criatura se vincula con el mundo, lo explora, lo integra y toma conciencia de su propio ser y del otro. Y en este juego, también debe de estar involucrado el adulto cuidador. La relación con el adulto no sólo es significativo en los momentos de cuidado, pero también forma parte de la esencia misma de la relación que establece la criatura con el mundo. El adulto es objeto de juego, de exploración y de diálogo. El dialogo tónico que se establece en este juego da sentido a sus expresiones, a sus esfuerzos. Necesita del adulto para verse reflejado, para superar los miedos, para proyectar sus deseos y para liberarse de su dependencia.

Aprender a estar presente, respetando las necesidades de movimiento y juego, y sobre todo de su contenido y significado, seguramente es una de los mayores desafíos para el adulto cuidador.